martes, 23 de octubre de 2007

MIRADAS EN EL METRO

He tardado mucho en poder sentarme un rato y dejar algunas palabras en este blog ya que ultimamente he estado a muchas cosas (fiestas, trabajo, estudios, novia, familia ...) y aunque he querido sentarme un rato a poner algunas cosas que tenía en mente, no pude. Por ello perdí la esencia de un tema bastante curioso, como lo son las "miradas en el metro" y las actitudes extrañas que adoptamos cuando vamos en él. Pero intentaré más o menos explicar mi "rallada".

Llevo usando el metro como medio de transporte toda mi vida... se puede decir que el metro de madrid ya forma parte de mi dia a dia.
El otro día cuando entraba en el metro me dí cuenta que no solo hacia el recorrido al metro de una forma automatica, sino que mi subsconciente guardaba tambien donde, cuando y a que velocidad tenia que bajar y subir la cabeza al entrar al metro para no golpearme con el techo...Cuantas papeleras habia antes de entrar al metro sobre las que probablemente podría encontrar algún periodico de la mañana... pero lo más extraño... tenía las llaves de casa en la mano.
Y esque si, en efecto, ahora confundo la puerta de mi casa, con los tornos del metro.
SON TANTAS las veces que voy al metro, que es equiparable a las veces que saco mis llaves para entrar en casa! A algunos de vosotros os ocurrirá lo mismo pero con las llaves del coche, supongo; un servidor tiene el metro (que vuela).

Desde ese preciso momento empecé a fijarme un poco más en el comportamiento de la gente "dentro del metro". Porque no se trata de una calle, ni de un parque, nisiquiera de un autobus... se trata de un sitio cerrado, sin musica, con una megafonia horrorosa (sin contar claro con la del cercanias: inaudible), bancos incomodos, y sobretodo: GENTE SOLA A RAUDALES.

Es cierto que hay veces que viajamos en metro con amigos/familiares/compañeros de curro; pero si lo pensamos bien eso es las menos veces!
La mayoría vamos acompañados de un periodico gratuito/deportivo (marca/as... que probablemente no hayamos comprado), mp3, libro de lectura (en cuya categoría daremos por validos los sudokus) y algunos mas raros y modernos con una PSP/gameboy.
Pero que pasa si ese dia no tenemos ninguno de los antes nombrados?
En ese momento llega lo que yo llamo: TENSION EN EL METRO. (que tambien se puede dar como "aburrimiento en el metro", pero siempre me han gustado más las tramas de suspense que las comedias)

La tensión ya empieza cuando entramos al metro... nuestros ojos no tardan mucho en ubicar la situación del guardia de seguridad, aún cuando tenemos abono y no nos deberiamos preocupar... le vemos como "el rey de la selva" dentro del metro.
Apesar de que lleva un ridiculo uniforme amarillo y marron, unos zapatos horrorosos en plan 2nda guerra mundial, y que la mayoria son unos gordos/enclenques/viejos que no supondrian ningun tipo de miedo/temor en el mundo exterior........... dentro, son los amos.
Una vez conseguimos pasar los tornos, tarea nada facil (ya que sino calculas bien y llevas mucha prisa se puede atascar y darte un golpe en la pierna de mucho cuidado), nuestros pies andan porsí mismos... nos convertimos en una especie de robot con coordenadas a las que tenemos que llegar LO ANTES POSIBLE. Podemos ir leyendo un periodico que no nos chocariamos con nadie y llegariamos a nuestro destino sin ningun sobresalto.
He aquí donde empieza el estudio curioso sobre la gente en el metro.

El anden es un ecosistema agradable a las horas de comida/cena en madrid, no hay nadie, hay sitio para todo el mundo, y puedes andar hasta el final o principio del anden sin tener que esquivar a nadie o nada.
Pero en hora punta (vease todas las demás horas), el anden se convierte en un entorno hostil, peligroso, y lo que es más importante, competititvo.

La gente asume varios roles según su personalidad, estado de ánimo ese dia, o tiempo de llegada.

Los primeros y con menos culpa son aquellos que llegan a cojer el metro corriendo desde alguno de los pasillos como si les fuera la vida en ello; Pueden llevarse viejecitas, niños, carritos de la compra, turistas... que no se inmutan.... su meta VITAL es llegar a cojer el metro, incluso sino llegan tarde (realidad dificil cuando se viaja en metro y hay que cojer más de 0 trasbordos).
A veces me he preguntado que sería de esas personas si las puertas del metro tubieran navajas afiladas a lo largo de las puertas... se habrian extinguido hace mucho tiempo.

Despues están los que se ve perdieron el último tren y tubieron la oportunidad (o desgracia, pronto veremos porque) de sentarse en un banco. Son los que yo llamo rezagados, porque si hubiera alguna regla en el metro sería, si te sientas en un banco antes de que llegue el metro, no te sentaras en un asiento dentro. (y encima rima)

Por último existimos todos los demás... que peleamos por un hueco definido en el anden, que cambiamos con agilidad cuando preveemos donde va a acabar la puerta (aunque tambien esto último puede decidirse por la cercanía con otra persona atractiva con la que uno quiera viajar).



Llega el metro y la gente empieza a impacientarse, a acercarse a las vias, a cojer posiciones frente a los demás... los hay incluso que se ponen al borde con las narices pasando al lado del metro. Y cuando el metro empieza a parar y a posicionarse, entonces ya no hay amigos... es la ley del más rapido.
Puede parecer normal ese comportamineto de tantas veces que lo hemos vivído, pero creedme, NO ES NORMAL.
Por un sitio decentemente cómodo (no ya siquiera un asiento) somos capaces de empujar, chocar, incluso de increpar a personas que haya delante de nosotros.
Todo estos ocurre en un escaso intervalo de 1 minuto. Una vez dentro, se comenta la jugada con los demás contrincantes con comentarios como: "casi", "si esque esto no puede ser asi, necesitamos más metros", "siempre pasa en esta linea", "uff madre mia que agobio" y demás frases típicas que establecen un vinculo con los demás contrincantes, los cuales se convierten en poco tiempo en viajeros tan o más felices que tú por haber subido.

En ese instante el primer especimen arriba comentado, intentará entrar en cualquier vagón con el espacio necesario para introducir un palo de escoba (y esque eso ya es más que suficiente); incluso empujando más para entrar donde otros, asustadizos (los segundos arriba comentados), no quisieron o atravieron entrar.

Pero lo bueno empieza dentro.
La felicidad y el orgullo empiezan a desaparecer cuando descubres que te encuentras en la lata humana más incomoda del mundo.
No puedes mover los brazos ya que si lo haces puedes tocarle el culo a alguien.
No puedes leer el periodico porque le cubiriras las cara a los de tu alrededor con el papel, y ademas tus codos estarían apoyados en las sienes/estomagos (según la altura) del personal.
Por lo cual, lo unico que te queda es intentar respirar lo menos posible de la persona que tienes a tu lado que apesta a sobaco aun siendo las 8 de la mañana; y evitar miradas.

Si, es el juego más antiguo de toda urbe que se precie. LAS MIRADAS.




Cuando en un mismo vagon hay lo menos 60/70 personas y solo puedes ver caras a tu alrededor, te quedan dos opciones.
Una es la de mirar por la ventana hacia: la puta NADA (porque afrontemoslo, fuera de los vagones no hay nada más que negro, y a veces algun cable de mierda) y evitar asi sentirte extraño.
Y la otra es distraerte y criticar mentalmente la vida de los demás que viajan contigo.
En un momento minimo, uno puede analizar tanto la procedencia como personalidad estereotipo, tendencia sexual, deporte favorito, tipo de peliculas favoritas... de los individuos estudiados.
Y esque en el metro, las distancias son tan cortas que se huele hasta el miedo.

Nadie habla con nadie pero todos se miran. Yo lo he hecho, me he puesto con colegas asi... cerca; Y aparte de ser MUY INCOMODO, es imposible no intentar hablar de algo con el que está enfrente!!!

Eso en el metro es totalmente normal.
Parece que uno estableciera algún tipo de comunicación visual con los demás viajeros que alli se encuentran.

Estan los que miran timidos, y no fijan los ojos en ningun lugar en particular; están llendo de cara en cara aleatoriamente hasta llegar a su parada.
Despues están aquellos que se hacen pasar por timidos y en verdad son unos salidos/as que una vez encuentran una cabeza de turco no hacen más que mirarle/la con disimulo (entiendase por disimulo, el mirar para otra dirección cuando prevees que se volteará a mirarte).Tambien los hay que prefieren aguantar la mirada cuando esa persona los mira, para hacer evidente que están interesados.
Y por último se encuentran los "mal rollo", que son los pibes/pibas que se dedican a mirar a todo el mundo fijamente, y aún los mires mucho rato, no te van a quitar la mirada de encima...
Se desconoce el porque de este comportamiento a dia de hoy, pero se sufre indiscriminadamente en silencio.

No es de extrañar que despues de un viaje promedio (7 paradas) nos sintamos liberados y con prisa de salir del metro en general y volver al mundo donde las normas son más comodas de seguir.



{{{ Podría hablar de mil otras cosas que ocurren en el metro, como el mirar quien esta detras tuyo cuando va a llegar el metro al anden para comprobar si en un momento dado te empujaran a las vias podrías o no con dicho sujeto... la guerra de conseguir el mejor asiento, lo bien que son vistos los buenos samaritanos (personas que ceden asientos a embarazadas, viejas, niños, etc) y lo mal que te hacen sentir si no has cedido tu asiento antes, los borrachos, mendigos, shows musicales alternativos, la compasión colectiva hacia los turistas europeos, la gran pregunta sobre si los perros del metro detectan las drogas, posiciones para dormir más o menos agusto en el metro, jovenes borrachos a las 6 de la mañana potando indiscriminadamente, los cutres con altavoces en los móviles, las goteras.........pero me limitaré al tema en cuestión.
Ya que sino lo hiciera, probablemente podría tirarme 6 horas sentado frente al ordenador sin terminar de expresar lo que es un viaje en metro con total exactitud.}}}

Asique ya resumiendo... no nos damos cuenta nunca de las mil y una cosa que ocurren en el metro, pero es importante a veces fijarse en estos detalles, porque si lo pensamos bien, es un lugar al que dedicamos un dinero mensual, nos provee de lectura (la cual seria bien dificil si no existiera este tipo de transportes) y entretenimiento cultural, y ya por último, nos sirve de medio de transporte ecólogico (siempre queda bien recalcar el valor ecólogico de las cosas en vez de admitir el poco poder adquisitivo) al trabajo/fiesta/universidad/medico/etc.

NOS VEMOS EN EL METRO